ARCHBISHOP LEONARD P. BLAIR is the 13th bishop of the Archdiocese of Hartford.

ARCHBISHOP LEONARD P. BLAIR

Una vez más, me encuentro escribiendo temprano, en preparación para la edición de julio-agosto de Catholic Transcript. Y aunque, mientras escribo, la pandemia todavía está con nosotros, esperamos que se mitigue de alguna manera significativa para cuando lean esto.

Hace unos meses, les dije a los sacerdotes de la arquidiócesis que cuando todo este dicho y hecho después de esta gran crisis sanitaria, lo más importante que se recordará es la caridad, nuestro amor al prójimo. Vemos esta caridad expresada de muchas maneras. Se encuentra en heroicos trabajadores de la salud y en todos los que los apoyan, alientan y agradecen; en la ayuda y consuelo material y espiritual extendido a aquellos que sufren material o espiritualmente; en la disposición de las personas a dejar de lado sus patrones de comportamiento habituales por el bien común. Ha habido una gran efusión de bondad por parte de muchos frente a una amenaza común para la vida y la salud de todos nosotros.

Y aunque la arquidiócesis y las parroquias han estado cerradas durante un período prolongado, no nos ha faltado innovación e ingenio para llegar a los feligreses y al público en general. Muchas de nuestras parroquias y entidades católicas han encontrado formas creativas de involucrar no solo a los feligreses, sino también al público en general, dando testimonio del Evangelio y ejerciendo la virtud de la caridad.

No todas las formas de caridad son financieras, sin duda. Pero también en esa área, me han animado y gratificado las contribuciones que han seguido llegando por correo o en línea a la Campaña Anual del Arzobispo de 2020 (AAA, por la sigla en inglés). Mientras escribo esto, estamos atrasados en comparación a donde nos encontramos en esta misma época el año pasado, pero dadas las circunstancias, prefiero pensar en el vaso medio lleno en lugar de medio vacío, dados todos los desaf íos que enfrentan las personas, incluyendo muchos con temores financieros propios.

El hecho de que la gente continúe siendo generosa con la Campaña ha hecho posible que la arquidiócesis no retroceda, sino que aumente su apoyo a organizaciones benéficas locales que luchan por satisfacer las necesidades creadas por la pandemia. Digo “arquidiócesis”, pero lo que eso realmente significa es el pueblo católico que contribuye anualmente a la AAA. Gracias a su generosidad, se distribuyeron $1,058,500 en 2019 a 226 organizaciones comunitarias que satisfacen las necesidades de las personas en los condados de Litchfield, New Haven y Hartford. Estas entidades fueron nominadas por pastores locales, ya que son los que mejor conocen las necesidades y su alcance locales efectivo.

El coronavirus ha creado una situación de emergencia para muchas de esas organizaciones comunitarias de caridad y creo que necesitamos ayudar tanto como podamos. Por lo tanto, para satisfacer las necesidades de emergencia de las personas que carecen de las necesidades básicas, se otorgaron subvenciones adicionales en mayo a 91 organizaciones comunitarias que ya habían recibido una subvención de la Campaña Anual del Arzobispo el otoño pasado. Estos 91 grupos brindan asistencia directa a través de comedores populares, despensas de alimentos, bancos de comida y refugios. Estas subvenciones adicionales suman un total de $322,000.

La caridad comienza en casa. Y muchos adultos y niños viven dentro de nuestro hogar, es decir, dentro de las comunidades que comprenden la Arquidiócesis de Hartford. Gracias a su apoyo a la Campaña, han aliviado las cargas de muchas familias e individuos afectados por la pandemia. Quiero expresar mi gratitud personal y, si puedo, la gratitud de aquellos ayudados por sus oraciones, sacrificios y apoyo fiel a la Campaña Anual del Arzobispo. En circunstancias como estas, la comunidad católica de fe querrá ser recordada por ayudar a un conjunto de personas que no eligieron carecer de empleo, vivienda, comida o salud.

Sigamos apoyándonos mutuamente y orando unos por otros, especialmente por los más necesitados. Dios les bendiga.